Si usamos bien la red, siguiendo algunas claves, podemos hacer de ella un aliado para la nueva evangelización

Juan Pablo II escribió en 1980 que «las nuevas técnicas de la comunicación favorecerán una mayor participación en los acontecimientos y un intercambio crecen de las ideas». Lo cierto es que no se alejaba mucho de la realidad que vivimos en pleno siglo XXI.

Internet se ha convertido en un lugar de encuentro entre muchas personas y por eso, en la Iglesia, no podemos quedarnos fuera de la conversación. Si usamos bien la red, siguiendo algunas claves, podemos hacer de ella un aliado para la nueva evangelización.

1. Muéstrate como eres

No endulces ni rebajes nada. Compórtate en Internet como lo harías en la calle. Al final, la mejor forma de ser creíble es siendo tú mismo.

2. Usa siempre un tono positivo

Internet no está hecho para gritar. Un tono amable es lo mejor si quieres trasladar a tus seguidores la alegría de ser cristiano.

3. Cuida el contenido

Procura no abrumar a tus seguidores con denuncias constantes y noticias negativas. Es verdad que hay veces en las que tenemos que decir que «no hay derecho». Pero no siempre. Intenta que en tus publicaciones, junto con el tono amable, predominen los mensajes positivos y de esperanza. Como dice el Papa Francisco, no podemos tener cara de avinagrados.

4. Sé parte de la conversación

Utiliza los #hashtag, retuitea o dale a ‘like’. Si quieres formar parte del mundo digital, debes participar de los temas que más se comentan en cada momento. Entra en conversación con otros usuarios pero siempre con un tono positivo. Recuerda: el mensaje de Jesús no entra a gritos y por la fuerza, sino que se contagia con el ejemplo. En Internet, también.

5. Plantea preguntas, no des solo respuestas

Interactúa con tus seguidores e interésate por lo que piensan. Solo así podrás adaptar tu mensaje para que les llegue con más facilidad. No es lo mismo dirigirte a un grupo de jóvenes que a padres con niños en catequesis de comunión.

6. Apoya a otras iniciativas

Cada vez hay más iniciativas de la Iglesia que circulan por Internet. Ayudar a difundir las actividades que se organizan en tu diócesis, tu parroquia o movimiento es otra manera de demostrar que los cristianos necesitamos comunicar al mundo la alegría del Evangelio, ya sea con un partido de fútbol o con una jornada de oración.

7. Aprovecha fechas señaladas

La celebración de los santos, patronos o grandes fiestas del año litúrgico pueden ser un buen momento para dar a conocer el origen de las celebraciones y recordar a tus seguidores su importancia. Como ejemplo, mira todos los tuits que generó la #Cuaresma2015.

8. Acepta las críticas y comentarios en contra

Es obvio que a veces nos equivocamos. Por eso, acepta tus errores y pide perdón en la web cuando llegue el momento. Siendo humilde, también virtualmente, seguirás dando ejemplo. Importante: no censures los comentarios que te puedan perjudicar; trata de corregir tus fallos para que lo negativo se convierta en positivo.

9. Sé innovador

Publica contenido actual, sin dejar que pase demasiado tiempo. Tampoco uses argumentos del siglo XIX y trata de evitar en la medida de lo posible lo cutre. La imagen en Internet cuenta tanto como el contenido, así que aprovecha las buenas fotos e infografías que hacen algunos o anímate a imitarlas. Procura que lo que publiques sea muy visual.